Día 34: "Lo excepcional se convierte en cotidiano"
- Romain Attanasio reemprenderá la regata mañana.
- Armel Le Cléac'h y Alex Thomson no aminoran a pesar de la tormenta: son los más rápidos de la flota.
- La felicidad de estar en el mar, la nostalgia de los placeres terrenales.
- Problema en la mayor de Arnaud Boissières, que continúa.
- Didac Costa, en las puertas del Índico
Buenas noticias para el patrón francés Romain Attanasio que ha reparado con éxito sus dos timones y dejará mañana Simonstown Bay, cerca del Cabo de Buena Esperanza. Muy lejos, en una borrasca violenta en la entrada del Pacífico, Armel Le Cléac'h y Alex Thomson no levantan el pie del acelerador. Después de 33 días en el mar, los patrones de la Vendée Globe están completamente felices de vivir su sueño a pesar de la hostilidad de los elementos, la incomodidad permanente y la falta de los pequeños placeres de tierra... Arnaud Boissières ha comunicado un problema en la mayor que no le impide continuar en regata.
Jean Le Cam (Finistère Mer Vent) explicaba en un video la peculiar vida de los navegantes que participan en la Vendée Globe. "Navegar con 30-35 nudos de viento durante varios días seguidos es parte de nuestra vida diaria. Nos agachamos para comer, nos agarramos a todos lados para hacer el más mínimo movimiento... De hecho, en la Vendée Globe, lo excepcional se convierte en nuestra vida diaria. A veces pensamos que no vamos a llegar, pero incluso cuando llegue allí... ¡El ser humano tiene una capacidad de adaptación increíble!". En un par de frases expresaba la mentalidad que prevalece entre los 22 navegantes que todavía están compitiendo en la octava edición de la vuelta al mundo en solitario sin escalas ni asistencia.
Romain Attanasio retomará la regata mañana
Lo excepcional se convierte en una forma de vida: Romain Attanasio (Famille Mary - Etamine du Lys) no dice lo contrario. Tras una violenta colisión con un OFNI ocurrida el lunes pasado a 450 millas al sur de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), el patrón francés estaba desesperado por encontrar un lugar tranquilo donde llevar a cabo las reparaciones de sus dos timones seriamente dañados. Finalmente, la noche del miércoles, decidió anclar en la bahía de Simonstown, a los pies del cabo de Buena Esperanza. Después de dos largas jornadas de trabajo, Romain logró sustituir el timón de babor y reparar el de estribor. Una vez hecho todo esto sin ayuda, podrá continuar con su primera Vendée Globe: planea salir mañana por la mañana. Se enfrentará a dos contrincantes que tienen un IMOCA de la misma generación que el suyo: Didac Costa (One Planet One Ocean) y Sebastien Destremau (TechnoFirst-faceOcean).
Armel Le Cléac'h y Alex Thomson no aflojan.
Ayer, Armel Le Cléac'h (Banque Populaire VIII) y Alex Thomson (Hugo Boss) habían expresado la posibilidad de bajar el ritmo debido a la tormenta. Por el momento no ha sido así, ya que en las últimas 24 horas acumulan velocidades medias de unos 20 nudos. Sin embargo, navegan por un mar caótico y vientos de 35 a 40 nudos cerca de esa gran borrasca, que se mueve de Tasmania hacia el sur de Nueva Zelanda. En la clasificación, Armel tiene más de 150 millas de ventaja sobre su perseguidor británico. Paul Meilhat (SMA, 3º) y Jérémie Beyou (Maître CoQ, 4º) quedan relegados a más de 1.100 millas de Thomson.
En una zona de transición, Yann Eliès (5º) y Jean-Pierre Dick (6º) aprovechan la bonanza para revisar el barco, cocinar y recuperar algo de fuerzas. Se aprecian estos momentos, como explica Yann Eliès: "Cuando debido a la mar te limitas a estar en el interior del barco, como estos últimos tres días, te vuelves un poco zombi, uno se pregunta qué está haciendo allí. No podemos salir porque es demasiado peligroso. Una vez pasado el frente, por fin podemos salir a cubierta y comprobar que todo está bien. ¡Es muy sencillo pero suena un poco como a un permiso para salir de tu celda!".
Alegría de estar en el mar, nostalgia de los pequeños placeres de tierra
Por el momento, 17 navegantes -incluidos los nueve debutantes- navegan por un océano Índico fiel a su reputación, con borrascas que se suceden. En el Top 10 en su estreno en esta regata, Stéphane Le Diraison (Compagnie du Lit-Boulogne Billancourt) no se arrepiente de su aventura: "He encontrado el desafío que buscaba, el reto personal. Las condiciones nos obligan a movernos, a aprovechar los recursos que sin duda no hubiera encontrado siguiendo la Vendée Globe desde mi sofá. No voy a negar que algunos días son complicados, pero es parte del juego".
Las videoconferencias, vídeos y mensajes de a bordo muestran que los patrones disfrutan de su experiencia alrededor del mundo, por intensa y exigente que ésta pueda ser... A veces reconocen echar de menos las pequeñas cosas que a veces no se valoran estando en tierra: una ducha, comer fresco, una copa con los amigos y por supuesto disfrutar de su familia... "Estoy muy feliz en el mar pero echo de menos a mi familia", confiesa Fabrice Amadeo (Newrest-Matmut). "Tengo tres niñas pequeñas y es verdad que las habría llevado a la escuela esta mañana. Pero estoy un poco lejos... "
Última hora: problema en la mayor de Arnaud Boissières, que continúa
Llegando al Índico la semana pasada, Arnaud Boissières (La Mie Câline) descubría que los carros del puño de driza de la mayor habían perdido los rodamientos que los deslizan por el raíl. La sustitución no le llevó mucho tiempo, pero por desgracia los carros recién instalados se han estropeado nuevo. Arnaud está actualmente navegando en popa con 40 nudos establecidos en medio del océano Índico. Está esperando a que amanezca para realizar una nueva reparación.
MÁS DECLARACIONES
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Didac Costa, One Planet One Ocean:
“Trato de correr para que no se me escape la borrasca y navegar el máximo tiempo con buen viento. La estrategia ahora es navegar pegado a la zona de exclusión de hielo para evitar al máximo el anticiclón que nos persigue y que acabará por atraparnos y ralentizarnos.
El viento es muy inestable, oscilando entre 15 y 30 nudos. Este viento Sur es mucho más frío y la temperatura del agua también ha bajado. Lo sé bien porque ayer, mientras descansaba, en una subida de viento repentina salí a cubierta sin la parte de arriba del traje de aguas. Fueron sólo 10 segundos pero bastaron para que rompiera una ola justo encima de la bañera y yo quedase, de arriba abajo, completamente empapado. Queda poco para pasar la longitud de cabo de Buena Esperanza y adentrarnos en el Índico, el océano con peor reputación. A ver cómo nos recibe...”.
Sébastien Destremeau (TechnoFirst-faceOcean):
"El motor arranca, pero el proceso lleva mucho tiempo. El otro lo necesité para llenar los tanques de lastre y tuve que hacer cinco intentos para arrancarlo. Si éste es el precio a pagar para continuar, lo pago encantado. Tengo ganas de doblar por primera vez el cabo de Buena Esperanza. Hace un año y medio que compré este barco en Ciudad del Cabo y entonces lo conocí a pie. Al pasar el primero de los tres cabos míticos entraré en el Océano Índico, casi nada..."
Fabrice Amadeo (Newrest - Matmut):
“Navego con 35 nudos de viento. La incomodidad es total, pero todo va bien a bordo. Los albatros son muy bonitos, tienen un vuelo majestuoso y una envergadura enorme... Parece que nunca aletean y que sólo asoman por encima del agua. Estas aves son una parte de los bellos descubrimientos del Sur. El clima es fresco, húmedo y brumoso. No veo a 100 metros de distancia. Cuando pasa el frente hace mucho frío, se nota el aire procedente de la Antártida. Estamos en una zona salvaje, áspera. El Sur está a la altura de mis expectativas. Me sorprende que los sistemas meteorológicos siguen llegando tan rápidamente. Tuve un frente hace 36 horas y tal vez otro esta noche. Pensaba que sería que más ‘relajado'".
Jean Le Cam (Finistère Mer Vent):
“Aquí no hace demasiado frío hoy. El viento sopla del norte y la temperatura es más suave que ayer. Ahora tengo 20-25 nudos de viento del NO, que está bien, ya que los últimos días fueron con 45 nudos. Voy a pasar el cabo Leeuwin, pero el Índico está siendo muy diferente para cada uno de nosotros. El barco no ha sufrido en las tormentas y me siento bien. Estoy comiendo bien, duermo bien e incluso sueño, así que es una buena señal. Estoy encantado de haber conseguido escaparme lejos de la gran borrasca. No podía avanzar porque el mar estaba creciendo desmesuradamente”.